ENRIQUE "BUGS" GONZALEZ
LOS LOBOS
El baterista Enrique González, "Bugs" como es conocido en el
mundo de la música, puede presumir de algo que muchos artistas envidiarían: ser
el soporte rítmico del mítico grupo estadounidense de rock mestizo Los Lobos.
Es un logro que González, un inmigrante mexicano en Estados Unidos, consiguió
literalmente, a golpes de imaginación, dedicación y virtuosismo sonoro. Los
Lobos, con González cubriéndoles las espaldas desde la batería adornando con su
imaginativas polirrítmias cada rola, actuaron el sábado 12 de abril en
el Arena Theatre compartiendo el escenario con el igual de mítico guitarrista
estadounidense de blues, blues-rock y blues-soul Robert Cray. Sin embargo,
González es un músico de largo recorrido nacido en la ciudad mexicana de Monterrey,
en el estado nororiental de Nuevo León, que se dio a conocer como baterista del
grupo de rock Jumbo con el que grabó tres discos, Restaurant (1999), D.D. y
pónle play (2001) y Teleparque (2005), del cual se separó en aquel año para
mudarse a Los Ángeles. “Cuando me mudé a Los Ángeles estuve buscando tocadas
por medio de Craiglist (sitio de anuncios por Internet)… y me tomé con un
cantautor de Portland (Oregon) que se llama Scott Fisher que estaba buscando un
baterista para salir de gira. Hice la audición y me quedé”, rememora González
sobre uno de sus primeros trabajos como baterista en Estados Unidos y que, a la
postre, fue la puerta que le abrió la entrada a la cueva de Los Lobos. En una
tocada con Fisher, González conoció a Steve Berlin (el saxofonista y tecladista
estadounidense de Los Lobos) con el que intercambiaron números de teléfonos,
charlaron sobre música y acordaron volverse a encontrar en Los Ángeles aunque
eso nunca sucedió. Luego de su encuentro con Berlin, Gonzalez se encontró con
el virtuoso tecladista y cantante mexicano Aleks Syntek quien estaba en Los
Ángeles produciendo un disco para la cantante española Ana Torroja, ex
integrante de Mecano, y lo invitó como músico de sesión. El encuentro entre
Syntek y González provocó que el tecladista invitara al baterista como parte de
su gira y director musical. Al mismo tiempo que González, de 42 años, oficiaba
como baterista para Syntek trabajaba como baterista de sesión, de los que se
usan para grabar los discos, de artistas mexicanos como Alejandro Fernández,
Reyli, Pambo, Gloria Trevi, Timbiriche y Paulina Rubio. “Estuve con Syntek
cinco años, maravillosos y de mucho aprendizaje musical y espiritual… un día a
finales del 2011 me llegó una llamada y vi que era Steve (Berlin) le contesté y
me preguntó: ‘¿Estás sentado? ‘ Y dije éste qué trae y me dijo: ‘Queremos que
toques con nosotros la batería, tocamos la semana próxima en Nueva York
prepárate´y colgó”, recuerda González. Lo que siguió fue un divertido frenesí
en el que González recibió por correo electrónico desde la oficina de Los Lobos
más de 200 canciones, que podrían tocar durante un concierto, y para conocerlas
mejor transcribió a partitura cada una de las canciones y sus partes en batería
para aprendérselas leyéndolas antes del primer espectáculo.
“Me presenté con mis partituras en el primer show el 31 de
diciembre del 2011… en Nueva York, en un lugar que se llama The City Winery yo
nada más recuerdo haber leído mis partituras, tratando de hacer mi parte lo
mejor posible, al final salí a la calle miré al cielo y le agradecí a Dios por
haberme dado esa oportunidad y ese momento. Pensé, que si por alguna razón ya
no volvía a tocar con los Lobos, estaba tranquilo y feliz por haberlo hecho
aunque fuera una vez. Pero aquí sigo”, rememora González. Que Los Lobos se
hayan fijado en González como baterista no es casual ya que el músico mexicano
tiene uno de los bagajes de conocimientos musicales más amplios como baterista
y sabe acomodarse rápidamente y con precisión a cambios de ritmo, géneros. Su
pasión por el jazz, sobre todo por míticos bateristas estadounidenses como
Vinnie Colaiuta y Steve Gadd, le da a González una concepción muy amplia de la
base rítmica y su capacidad para matizar e improvisar sin descuadrarse un
segundo son su mayor ascendente sobre cada tema en el que toca como líder o
acompañante. "Por supuesto que yo nunca me hubiera imaginado que tocaría
con una banda como Los Lobos... nunca puedo dar nada por hecho en la vida, y
decir que ya estoy con Los Lobos, simplemente pienso que voy show a show dando
lo mejor de mi y esperando que les guste lo que hago. Siempre trato de
mantenerme en un lugar de mucha humildad sobre todo porque en ellos, las cosas
que tocan y cómo lo tocan, hay un gran corazón y humildad también. Yo considero
estos dos años que tengo con ellos los llamo los dos años más felices de mi vida",
finaliza González .